Cifras a nivel nacional publicadas en la página web oficial del INCUCAI, muestran cómo año tras año más de 7000 personas necesitan del trasplante de órganos y tejidos para poder seguir viviendo. Qué rol ocupan comunicadores, medios y campañas, para concientizar sobre la importancia de la donación y salvar vidas.
Según el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), en Argentina en la actualidad 7365 personas aguardan de manera urgente en lista de espera por un donante compatible para poder seguir viviendo. El organismo informó en su página oficial, que solamente en el último año se realizaron 1833 trasplantes de órganos y tejidos en todo el país.
A diferencia de otros procedimientos sanitarios, la ablación de órganos y tejidos requiere de la participación de la comunidad, donde el compromiso como sociedad juega un papel fundamental. En julio de 2018 se publicó en Boletín Oficial el marco regulatorio en la materia: la Ley 27.447, conocida como “Ley Justina”, que lleva ese nombre en honor a Justina Lo Cane, una niña de 12 años que falleció en 2017 durante la espera por un donante de corazón. Antes de dicha normativa, el 42% de las personas no estaban dispuestas a donar; hoy, solo el 17% expresa no querer ser donante.
En 2019, con el fin de concientizar e instalar un lineamiento internacional, los ministros de las Américas durante el 57° Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud, celebrado en Washington, acordaron fijar una estrategia común, además de un plan de acción para un acceso equitativo a estos procedimientos. Desde el Gobierno Nacional, cada vez se impulsan más campañas gráficas, radiales o audiovisuales, de distinta índole y con anclaje territorial, para dar a conocer cómo la donación de órganos puede ser la diferencia sustancial para seguir viviendo. Los canales son variados, y van desde redes sociales como Instagram, Facebook o YouTube, mensajería enviada a dispositivos celulares, hasta acciones locales en espacio público, o en medios tradicionales como televisión y radio.
Liliana Favaloro, sobrina de René Favaloro, con motivo del 50° aniversario del primer By-pass, contó en una entrevista las grandes dificultades que su tío debió atravesar para mantener la Fundación que, en un comienzo se llamó Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, y que luego llevaría el apellido que ambos comparten: Fundación Favaloro. Liliana recuerda: “él (René Favaloro) siempre estaba un paso adelante de lo que soñaba como diseño y desarrollo. En el año 80, creó su Instituto de Ciencias Básicas e Investigación y lo soportó económicamente porque creía que sin investigación no podíamos brindar al paciente una asistencia médica adecuada”.
A su vez, al ser preguntada por el indiscutible éxito de la Fundación, aclara: “Nunca caímos, mirá que en el país hay problemas de importaciones, pero siempre pudimos sortear esos obstáculos.” Mientras se emociona y sonríe, describe cómo la organización nunca dejó de propagarse, en busca de nuevos horizontes profesionales: “tuvimos que expandirnos en muchas cosas. Este es un centro modelo de trasplante multiorgánico, no hay en la Argentina otro centro así. O sea, acá se trasplantan todos los órganos, menos las córneas: desde órganos sólidos, hasta médula ósea, que no es un órgano sólido”. Con orgullo, refuerza Liliana: “Creo que estaría contenta, mirá lo que hicieron, pudieron con todos estos altibajos, que finalmente son todos económicos, y están las publicaciones, la formación, la universidad”.
Por otro lado, y parafraseando a la diva del espectáculo argentino, Moria Casan, en su reconocido latiguillo “Si querés llorar, llorá”, la famosa Show-woman (como ella elige definirse), realizó declaraciones sobre el interés de donar sus órganos. «Creo en las vidas pasadas. En las vidas futuras no lo sé. Quiero creer en la reencarnación y quiero donar mis órganos para estar en el cuerpo de otra persona. Nunca hice regresiones, pero soy muy predictiva y bruja, mal», reveló a la Revista Pronto en 2019.
Estas palabras de la afamada conductora no solo ponen en vidriera la importancia de hablar sobre la donación y su consecuente factor humanizante y solidario, sino que también rompen determinados mitos y fantasmas alrededor de esta práctica, logrando trascender en los medios de comunicación. El alcance que brindan los espacios mediáticos, que nada tienen que ver con el campo académico o médico, disparan notoriamente la posibilidad de llegar a mayor cantidad de personas con la información y concientización sobre los trasplantes.
La donación de órganos es una práctica que, sin lugar a dudas, prolonga la expectativa de vida de miles de personas, tanto en Argentina como en el mundo. Siguiendo con esta misma línea, tal es el caso por el que atravesaron algunas celebridades del plano internacional. Reconocidos cantantes, famosos, personalidades y actores, pasaron por esta instancia, y pudieron dar testimonio en primera persona de haber sido trasplantados con éxito. En 2009 Steve Jobs, por ejemplo, recibió un hígado, mientras en 2017 Selena Gómez recibió un riñón de su amiga Francia Raisa, cuando luchaba contra un lupus. Charlie Sheen, el reconocido actor de Hollywood y el cantante británico Elton John, recibieron trasplantes de riñón y corazón respectivamente.
Por otra parte, en la Argentina, con el Decreto 16/2019, se determinó que todos los mayores de 18 años son donantes de órganos salvo que hayan manifestado su voluntad de no serlo. Además, el instrumento que la reglamenta, que entró en vigencia el 7 de enero de 2019, dicta que los órganos que se trasplantan en Argentina son: riñón, hígado, corazón, pulmón, páncreas e intestino; y los tejidos: córneas, piel, huesos, válvulas cardíacas. Por supuesto, hace la salvedad de que siempre estos trasplantes se efectúan a partir de donantes fallecidos. En el caso de la donación de órganos en vida, la legislación puntualiza que esta se realiza pura y exclusivamente en caso de necesidad extrema y debido a la falta de donantes voluntarios post mortem.
Ahora bien, es necesario señalar que los periodistas cumplen un rol social fundamental en la correcta difusión de noticias sobre este tema. La valiosa contribución que pueden realizar, así como ocurre en muchos otros temas de salud pública, los convierte en importantes actores de una cadena que puede impactar en la vida de las personas. De hecho, gracias a la divulgación científica, junto con la potencialidad del obrar periodístico, es que la información sobre donación y trasplantes puede influir en decisiones de salud. Transmitir información clara resulta indispensable, y debe ser una tarea basada en datos veraces y desde la evidencia científica, consultando siempre a fuentes calificadas y especializadas en la materia.
Daniel Prieto Castillo, docente universitario argentino con amplia trayectoria como comunicador científico, expresa, cuando hace referencia al rol de los medios masivos en la divulgación científica: “en esta época en la que rige la ley del espectáculo, el desafío es conseguir un producto atractivo, que le guste a la gente, sin caer en una excesiva trivialización”. De esta forma, se entiende que es desde este vértice que debe partir el periodismo científico, sin dejar de poner en un pedestal al público de los medios masivos, empleando nuevas tecnologías y diseños comunicacionales, pero problematizando sobre el uso de un lenguaje atractivo, sin que ello implique perder el rigor de la Ciencia.